En un nuevo caso de desfachatez y sinvergonzonería, la presidenta del comité de empresa del hotel Blaumar de Salou testificó a favor de la empresa en el juicio contra una trabajadora que se afilió a Co.bas y que reivindicó un aumento de categoría y salario. Dicha presidenta del Comité -y, a la par, testigo de la empresa- en 2016 pertenecía a UGT para pasar a pertenecer, en la actualidad, a CCOO.
No es este el primer caso de representantes de los trabajadores de los sindicatos del sistema en los que estos se ponen del lado de la empresa y contra sus propios compañeros. CCOO y UGT llevan años siendo instrumentos de las empresas para desvirtuar la representación legal de los trabajadores y desactivar cualquier movilización, firmar retrocesos y dividir a los trabajadores. No son pocas las candidaturas hechas directamente por las direcciones de las empresas usando a CCOO y UGT para ello. De esta forma se pervierten los procesos electorales, pues dichas candidaturas tienen facilidades para conformar sus listas y gozan de la benevolencia de la empresa, de forma que esta acaba participando en un proceso que debe ser única y exclusivamente de los trabajadores.
Cuando estas organizaciones han pervertido durante años el sindicalismo, recibiendo millones de euros en subvenciones, de los despidos pactados cuando firman un ERE, desviando ayudas para la formación y engrosando los casos de corrupción, es normal que bajo sus filas busquen refugio toda clase de oportunistas y vividores capaces de vender a sus madres por un pedazo del pastel.
CCOO y UGT nunca van a morder la mano que les da de comer, por eso de estas organizaciones no se puede esperar nada, más allá del reparto de migajas que las empresas les permiten con el único fin de legitimar su representación. Los verdaderos logros en nuestros derechos y condiciones de trabajo no vendrán de la mano de quienes una y otra vez traicionan a la clase trabajadora, acatando cuantos retrocesos les pongan por delante, para después vanagloriarse de conseguir un mejor reparto de la miseria.
Para conquistar verdaderas mejoras, para garantizar nuestro futuro laboral, para que los trabajadores avancemos de verdad en derechos y condiciones, es necesario un sindicalismo combativo y que no se pliegue a los intereses de las empresas a cambio de prebendas. Es necesario un sindicalismo independiente, que no reciba subvenciones que lo aten al poder de las empresas y el estado. Un sindicalismo que potencie la participación directa de los trabajadores en lugar de buscar su voto para después negociar a espaldas de estos toda clase de traiciones. En definitiva, un sindicalismo de clase, que luche por los derechos de todos los trabajadores.
¡FORTALECE LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES, ÚNETE A CSC!
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