Acudimos
como cada año a la cita del Día
Internacional de los Trabajadores para conmemorar las valientes luchas que
nuestros antepasados hermanos de clase iniciaron para enfrentarse a la
explotación descarnada a la que el sistema capitalista somete a la clase
obrera. Unas luchas con las que tras grandes sacrificios consiguieron arrancar
a las clases dominantes derechos que hoy día tenemos.
Pero no sólo acudimos al 1º de Mayo para homenajear a esos compañeros y compañeras que iniciaron la lucha y a su legado. También es un día en el que recordar a toda la clase obrera que debe seguir luchando, que cada componente de nuestra clase debe implicarse en esa lucha, porque las conquistas que alcanzamos con la lucha, mientras siga vigente el sistema económico capitalista, estarán siendo desmanteladas delante de nuestros ojos.
Nos encontramos en un contexto de crisis derivada de la escalada bélica en la que está involucrado nuestro país, por la posición de sumisión colonial hacia EE.UU. que mantienen los gobiernos nacionales desde tiempos de franco, incluido el actual autoproclamado “gobierno más progresista de la historia” pero que en realidad es el más OTANISTA de la historia.
El bloque occidental formado por EEUU, UE, Japón, etc… se encuentra en disputa económica, tecnológica y militar por la hegemonía mundial con el bloque de los BRICS de China, Rusia, Irán, etc.., que se ve amenazado ante el crecimiento económico de estos últimos. La competencia capitalista finalmente abandona la vía “pacífica” en la que se desarrolla la economía en tiempos de bonanza, haciendo la guerra inevitable, la salida última que el capitalismo puede ofrecer.
Las guerras en Ucrania y Oriente Medio han sido impulsadas por la OTAN para frenar el ascenso del bloque enemigo. Para ello, la OTAN y la UE han financiado a Ucrania e Israel, dos estados abiertamente fascistas que han instaurado sistemas de apartheid contra la población de sus territorios e iniciado invasiones genocidas de exterminio de población, conflicto que se extiende a las cercanías de estos países, de tal modo que Israel realiza ataques a países vecinos como Irán, Siria, Líbano, … con la intención de escalar la guerra, y por otro lado aumentan las tensiones en torno a Taiwán para intimidar a China.
En Europa, el cese parcial de relaciones comerciales con Rusia ha elevado los costes de los combustibles que obteníamos a buen precio, lo que ha disparado la inflación en las economías y está eliminando parte de la industria cuya dependencia del uso intensivo de combustibles las vuelve no rentables.
La inflación, que ya venía alta por la gestión de los bancos centrales, financiando masivamente a las empresas a tasas de interés bajo tras las crisis anteriores de 2008 y el covid, hace que el coste de los bienes básicos se dispare, empobreciendo aceleradamente a la clase trabajadora:
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Con los tipos
de interés dictados por el BCE elevando las cuotas hipotecarias de las familias
a niveles asfixiantes
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El alquiler
está incrementándose por la especulación de los fondos buitres a los que el
Estado español (gobiernos regionales y nacional) ha entregado viviendas
públicas a bajo coste, y que expulsan con prácticas mafiosas a los inquilinos
para aumentar las rentas. El resultado es de un 28% de subida de las rentas en siete años, y nos sitúa en
cabeza en el ranking en Europa de los
hogares de alquiler en situación de riesgo de exclusión o pobreza, con el 45%.
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En Andalucía
se realizaron 4.451 durante el año pasado, lo que supone 11 al día, de los que
el 72% son de viviendas en alquiler, de tal forma que vivimos en la comunidad con más desahucios del Estado español.
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Las grandes
empresas distribuidoras alimentarias, gracias a la libertad de precios con que
el sistema les privilegia, aprovechan la inflación para aumentar
artificialmente los precios de los alimentos básicos, y apropiarse de nuestra
riqueza. Así, Mercadona aumentó un 30% sus ganancias en el último año, con sólo
un 5% de aumento de sus ventas. En 3 años
un carro de la compra de 100€ ha subido a 140€, lo que supone otra hipoteca
mensual para las familias.
● Los costes de la electricidad y los combustibles se disparan al tener que abastecernos con proveedores más lejanos. En España en particular por la sumisión a las políticas de EEUU de favorecer a Marruecos, hemos perdido parte del acceso al gas argelino, que obteníamos a mejor precio. La escalada de la guerra en Oriente Próximo puede provocar recortes en el comercio mundial de petróleo, que también dispararía su precio, trasladándose el aumento de coste al resto de la economía, totalmente dependiente del uso de estos combustibles.
La patronal
con la complicidad de sus sindicatos verticales UGT y CCOO y de los socios de
los gobiernos progresistas PSOE/IU/PODEMOS/SUMAR… han consentido que los
convenios colectivos dejasen de estar indexados a los incrementos de IPC. Esto
supone en la práctica un freno a los salarios que pierden poder adquisitivo, y
hace que los trabajadores asumamos todo el coste de la inflación, derivado de
las políticas de guerra que ejecuta nuestro gobierno. De esta forma, es como
gobierno, patronal y sindicatos amarillos aplican uno de los mecanismos para
realizar un trasvase de riqueza desde las familias obreras hacia los
empresarios, cuyos precios pueden, ellos sí, aumentar libremente a voluntad.
La última reforma laboral de Yolanda Díaz (IU/SUMAR) no hizo más que consolidar la reforma laboral del PP. Al dejar intacta la facilidad para los despidos en la que ahondó Rajoy en 2012, tanto los individuales como colectivos, éstos han seguido sucediéndose y las empresas han aprovechado para expulsar al desempleo a trabajadores indefinidos con buenas condiciones, a bajo coste. Es decir han dejado a los trabajadores con mayor inestabilidad y precariedad, y menores sueldos, trasladando más riqueza hacia los empresarios.
Además, el gobierno trasvasa también cantidades multimillonarias de dinero público hacia las empresas con los fondos Next Generation con el propósito de costear la implantación de tecnología en las empresas para reducir la necesidad de mano de obra y enviar al desempleo a más trabajadores. Dinero para las empresas, como hizo Rajoy con el rescate a la banca y a las constructoras, llevándose por delante el fondo de pensiones y disparando la deuda del estado, dejándolo al borde de la quiebra.
Ahora la mayor ofensiva contra nuestros derechos procede del incremento récord en los presupuestos militares en todo el mundo. En 2023 se alcanzó un presupuesto bélico mundial histórico, con un total de 2,44 billones de dólares, el 37% correspondiente a EE.UU. Para justificar esta escalada, los políticos del PSOE, Borrell, o Margarita Robles, ministra de defensa, asustan a la población con enemigos artificiales, tratando de engañarnos para que aceptemos la falsa necesidad de acelerar la actividad en la maquinaria industrial militar, que nos llevará a la destrucción mutua, y que se llevará todos los presupuestos públicos hacia el beneficio de los fondos de capital propietarios de las empresas del sector, a cambio de desmantelar definitivamente Pensiones, Sanidad y Educación pública, así como continuar con la privatización de los bienes públicos, infraestructuras, carreteras, ferrocarril, correos, puertos, aeropuertos, …, que no son más que formas de continuar beneficiando a la minoría regalando la riqueza pública.
Todas estas políticas destinadas a agasajar a la patronal con dinero público para que sigan manteniendo su repugnante nivel de vida de lujo a nuestra costa, obtienen sus fondos del desmantelamiento de los servicios públicos que recibimos los trabajadores, que son devaluados hasta resultar inservibles, y posteriormente privatizados con la justificación de que la gestión privada es más eficiente. Así:
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En las
pensiones, una vez que fue entregado a la banca el colchón del fondo de reserva
por Rajoy, el actual gobierno, argumentándola en la “insostenibilidad” del
sistema público provocada por ellos, ha implantando una reforma de las
pensiones que inicia la apertura de la privatización del sistema. Mientras, los
sindicatos corruptos UGT y CCOO, que llevan años gestionando muy
lucrativamente, junto a la patronal, fondos de pensiones privados vinculados a
empresas, ahora inician la negociación
de los mismos para más de 2 millones de trabajadores, en los convenios del
metal, de grandes almacenes, de agencias de viajes y de corredurías de seguros.
De lo cual seguirán sacando buena tajada en contraprestación, a cambio de que los trabajadores reduzcamos
otra porción del sueldo para aportaciones al fondo, a depositar en entidades
financieras con las que incrementar los beneficios de la banca. Aportaciones
que se volverán obligatorias para complementar la pensión pública que será
insuficiente
●
En Andalucía,
en seis años, desde que el PP se hizo con
el Gobierno andaluz, se han eliminado más de 2.000 aulas en toda Andalucía y
más de 700 en la provincia de Sevilla, según los sindicatos de la
educación.
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El acceso a
la educación pública para cursar grados medios está vetado para las nuevas
generaciones, por la escasez de plazas públicas ofertadas, relegan a las familias a matricular a sus hijos en centros privados si
sus notas medias no son muy elevadas, al coste promedio de 3.500 € al año por
cada hijo.
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El SAS desvió 2.000 millones de €, desde 2019, a las clínicas privadas para rebajar
las listas de espera. El resultado es de un 55% de incremento de las mismas.
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En las listas
de espera tenemos, maquillaje eliminando a los pacientes en espera de pruebas
diagnósticas, y 66.000 pacientes
andaluces superando el límite legal para operarse, cuyo promedio de demora
ronda entre los 5 meses en la provincia de córdoba y los 9 meses y medio en Jaén y Huelva.
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Sólo en el
Hospital Virgen del Rocío, el SAS recortó
13 millones en contratación de personal.
● 64 plazas de médicos del MIR han quedado vacantes en Andalucía por la precariedad de condiciones que ofrece el SAS.
Mientras, las puertas giratorias de la corrupción se mueven para conceder al anterior viceconsejero de Salud un puesto de director médico en el grupo ASISA, empresa privada a la que asignó a dedo 43,6 millones de euros en contratos sin publicidad ni concurrencia y en el parlamento andaluz se investiga la contratación con la empresa farmacéutica Bidafarma, donde es alta directiva la mujer del Presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno (PP), por contrataciones sin concurso durante la emergencia por Covid-19. La corrupción es la contraprestación que conceden los políticos a los empresarios a cambio de las políticas de saqueo.
Con el creciente incremento del nivel de saqueo hacia los trabajadores que vamos a padecer, las protestas van a ir surgiendo, y en paralelo el nivel de represión policial. Por ello los capitalistas llevan tiempo fomentando el auge del fascismo en todo el mundo: Son la principal fuerza política en varios países de Europa, y principales aspirantes a gobernar en muchos de ellos. Equivalente proceso se está dando en países de Sudamérica, siendo un ejemplo claro el de la Argentina de Milei, con sus políticas para el empobrecimiento acelerado de la población, y su imposición por la fuerza policial y militar. Unas políticas que pretenden implementar los capitalistas llevando a partidos fascistas a los gobiernos en todos los países, pues ya ni la más liberal de las socialdemocracias les es útil para sus deseos de apropiarse de toda riqueza posible.
Los
trabajadores sólo nos tenemos a nosotros mismos, y ante tanta agresión y
empobrecimiento necesitamos estar más organizados que nunca, para hacer frente
a la imposición de la miseria, la enfermedad, la guerra y la muerte a la que
nos están llevando. El centro de trabajo es el lugar donde primero se
manifiestan dichas agresiones, junto a
los barrios obreros, deprimidos con los recortes de servicios públicos. Por
ello el sindicato es la organización donde todo trabajador debe estar
implicado, así como en los colectivos vecinales, juntos para luchar por
conseguir vidas dignas para nuestras familias.
Contra las guerras de saqueo y la
industria militar
Contra las privatizaciones
Contra los rescates a los
monopolios
Contra el fascismo y el
capitalismo que lo genera
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