La Red Vecinal Interdistritos Barrios 'Hartos', que aglutina organizaciones vecinales de diferentes barrios obreros de Sevilla, convocó el pasado 14 de diciembre una manifestación en defensa de los centros de salud, cuyo recorrido transcurrió por calles de La Plata, Rochelambert y Amate.
Los trabajadores no sólo somos víctimas de agresiones a nuestras condiciones laborales y de vida en los centros de trabajo, fruto de la explotación que la legislación bajo el sistema capitalista permite perpetrar contra nosotros por parte de la clase empresarial, con la precariedad salarial, temporalidad e inestabilidad y las jornadas interminables. El empobrecimiento también se produce en el barrio que habitamos, donde la degradación de los servicios públicos, sanitarios, educativos, suministros básicos, vivienda, limpieza, etc.. nos mantienen en condiciones en muchas ocasiones tercermundistas, producidas también por las políticas antiobreras de recortes en servicios sociales y privatizaciones.
Todo esto se observa con mayor intensidad en la ciudad de Sevilla, que lleva más de 20 años encabezando el ranking de barrios más pobres del país, y que coloca a seis de ellos entre los quince con las rentas per cápita más bajas de todo el país, superando en tasas de riesgo de pobreza y exclusión social a los países más pobres de la UE, como Rumanía o Bulgaria.
No es de extrañar, que las palabras que utilizó el relator especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, Philip Alston, en el informe que elaboró tras su visita el 31 de enero a Sevilla de 2020, después de pasar por otras zonas deprimidas del país, como la Cañada Real en Madrid, los campamentos de temporeros inmigrantes en Lepe, o zonas de Extremadura y Galicia, fuesen:
que el país tiene "un alto nivel de paro, un desempleo juvenil crónico, una crisis de vivienda de proporciones inquietantes, una profunda pobreza generalizada, disposiciones de protección social en gran medida inadecuadas, un sistema educativo segregado y cada vez más anacrónico, políticas fiscales que brindan muchos más beneficios a los ricos que a los pobres, y una mentalidad burocrática profundamente arraigada en muchas partes del Gobierno, que valora a los procedimientos formalistas por encima del bienestar de las personas".
Así, los cortes de luz que padecen estos barrios en épocas de calor o frío intenso, cuando más se necesita, impiden llevar una vida digna en las propias casas de estos barrios, e incluso han ocasionado la muerte de personas dependientes que utilizan maquinas de soporte vital; los incrementos en los precios de suministros esenciales de luz y agua dejan temblando los presupuestos familiares, ya de por sí raquíticos; desahucios ante los elevados costes de la vivienda; graves tasas de abandono escolar bajo entornos familiares tan degradados y analfabetismo funcional ante la escasa oferta pública de estudios secundarios, que relegan a no seguir con los estudios a los que por nota de corte, cada vez más elevadas, no pueden acceder a ellos, y son incapaces de acceder a los precios de la cada vez más abundante opción de educación privada; así como los servicios médicos de proximidad, que van desapareciendo poco a poco, fruto de los recortes en sanidad, que han dejado a la atención primaria en un estado inservible: eliminando especialistas, pediatras, servicios de urgencias, servicio de citas previas que dilatan a más de 2 semanas la atención que antes se daba de un día para otro, o sobre la marcha, o finalmente cerrando centros de salud, obligando a desplazarse a personas mayores y a progenitores a llevar a sus hijos pequeños enfermos a otros barrios para recibir la atención más básica, en centros que se ven saturados por dar cobertura a cada vez a mayor número de barrios, a mayor número de vecinos.
Desde ASC entendemos que la lucha sindical está indisolublemente unida a la lucha vecinal, pues ambas son dos frentes por donde la elite capitalista agrede a la clase trabajadora con lo que se enriquece, y que tanto la fábrica como el barrio siendo los dos sitios naturales que habitamos, deben ejercer la solidaridad mutuamente por mera cuestión de supervivencia. En coherencia, en ASC aplicamos en la práctica tales convicciones, acudiendo al llamamiento que desde Barrios 'Hartos' hicieron a la movilización en defensa de los centros de salud, de la misma forma a como tanto ellos Barrios 'Hartos,' como nosotros desde ASC, estuvimos en la reciente concentración Rodea el SAS convocada por la Plataforma +SAS, en protesta ante los recortes de la Consejería de Sanidad en las profesiones sanitarias, y que tan negativamente está redundando en el Servicio Público de Salud.
La realidad y la práctica nos lleva inexorablemente a la conclusión de que todas las luchas son una única lucha, que es aquella contra este sistema que nos relega a la mayoría trabajadora a la pobreza a costa de que una minoría se apropie de toda la riqueza que producimos. Y ante esa conclusión, no cabe más que unificar todas las luchas en un Frente Único que aglutine a todas las clases trabajadoras contra el sistema de explotación capitalista.
Secretaría Provincial de ASC en Sevilla.
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